Algo sobre mi
Hija de una familia tradicional italo-española, fui una niña muy diferente a todos. A los 6 años le había dado a las cartas españolas un significado y las usaba para consultarlas y encontrar respuestas. Pero lo más diferente en mí, era que hablaba con Dios (así me habían enseñado a llamarlo). Esa condición se fue apagando por consejo de los mayores que decían eran cosas de niños. Pero lo que nunca se apagó fue mí deseo y necesidad de encontrar respuestas.
Ya pasada la adolescencia, llegó a mis manos un juego de Runas. De ese mágico día han pasado 30 años, en los que me dedique a investigarlas, conocerlas e interpretarlas. Mientras iba haciendo mí camino como docente, cómo ceramista, ellas siempre me marcaron cada paso. Y poco a poco fueron enseñándome su secreto. Entonces fue que comencé a investigar sobre el Chamanismo Nórdico. Y cuando me di cuenta, mí vida entera estaba marcada por las Runas.
Hace unos años, ellas me hablaron de Paganismo, del despertar de una conciencia más elevada en conexión con la naturaleza.
Hoy vivo en el monte, entre aves, espinillos, arroyos, sierras, y rodeada de Runas que como aquel Dios de la infancia, me hablan y me enseñan cada día.
Esa experiencia, ese mensaje, ese camino, es el que humildemente transmito en cada Seminario.


